lunes, 21 de enero de 2013

Hay un hombre desnudo en mi cama...

-Martha?... hay un hombre desnudo en mi cama… ¿Martha?, te estoy diciendo que hay un hombre…
-Sí, te oí desde la primera vez, es solo que me dejaste perpleja y no supe que decir… ¿Es guapo?

-¡Martha!

-Bueno, ¿Qué quieres que pregunte? … ¿Lo es?

-Eso ni importa.

-¡Claro que sí! Que lo sea cambia la cosa.

-¡No cambia nada! Hay un hombre en mi cama y punto.

-¿Y qué hace?

-Está dormido.

-¿Dormido? ¿Trataste de despertarlo?

-¡Martha!

-Pa’ saber quién es, qué quiere.

-¡Ni loca, qué tal si se me echa encima… No te rías Martha, esto es serio… ¿Qué hago?

-Pues yo ya te dije, todo depende.

-¿De qué?

-De que sea guapo o no ¿Lo es?

-…A decir verdad, lo es… ¡Y mucho!

-¿Y qué esperas para echártele encima ahora que está desprevenido? Si está en tu cama desnudo es que algo quiere ¿O no?

-¡Martha!

-¿No dices que está dormido? Pues corre a él y sírvete.

-¡Martha, que cosas dices!

-¡Ay Patricia, de veras que nada quieres! Además ya ni la amuelas, llevamos como media hora hablando puras bobadas, se me hace que tienes miedo a la noche de bodas y por eso tu pobre marido ya hasta se quedó dormido.

-Ja, ja, ja, no del todo amiguita, ¡Luego te cuento!

Blanca E. Toledo Minutti
salamandra1313@gmail.com

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