Son inaceptables los
índices de lactancia
materna que se registran en México
En un niño que consume fórmula láctea el gen de la obesidad se detona y
es casi imposible contenerlo
La Senadora Ana Gabriela Guevara presentó un punto de acuerdo que
fue turnado a comisiones, donde se exhorta a la
Secretaria de
Salud del Gobierno Federal y a su titular la
Doctora Mercedes Juan
López a iniciar una cruzada por la lactancia materna dado los inaceptables
índices de consumo de leche materna que se han registrado en nuestro país. Este
exhorto se acompaña de una convocatoria de parte del Senado de la
República para
ser coadyuvante en todo lo que las facultades propias lo permitan, para
impulsar urgentemente esta empresa en favor de la infancia mexicana.
En México, conforme a los datos arrojados por el estudio e información
de la
Encuesta Nacional de
Salud y Nutrición 2012 (Ensanut), la leche materna ya no es el alimento
exclusivo en los primeros seis meses de un recién nacido, principalmente en las
zonas rurales. Entre 2006 y 2012, el índice de lactancia materna registró a
nivel nacional una caída de 7.9 puntos porcentuales, al pasar de 22.3 % a 14.5
%, principalmente por la introducción temprana de fórmulas lácteas y el consumo
de agua, advirtió la
Secretaría de
Salud. Sin embargo, en al área rural la caída fue dramática, el porcentaje bajó
de 36.9
a 18.5, de
acuerdo con datos de la
Encuesta Nacional de
Salud y Nutrición 2012 (Ensanut). Además, las mujeres de las zonas urbanas
redujeron considerablemente el tiempo en que amamantan a sus hijos: mientras
que hace seis años el promedio era de 8.5 meses ahora es de 4.9. La media
nacional es de 10.4 meses.
De acuerdo a la encuesta, a nivel nacional, 5 % más de niños
menores de seis meses fueron alimentados con fórmula láctea en comparación con
los resultados de 2006, además de que aumentó 4.4 puntos porcentuales el uso de
agua.
Especialistas afirman que la combinación de la lactancia con líquidos
como el té o la leche de fórmula antes de los seis meses de edad pueden
ocasionarle al infante problemas de salud, como inflamación de intestinos,
porque su organismo no está preparado ni maduro para recibir ese tipo de
sustancias, o predisposición a la obesidad.
"Esto es negativo porque inhibe la producción láctea e incrementa
de manera importante el riesgo de enfermedades gastrointestinales", se
apunta en el documento "Deterioro de la lactancia materna, dejar las
fórmulas y apegarse a lo básico", elaborado por el Instituto Nacional de
Salud Pública (INSP). "Los menores amamantados experimentan menor
mortalidad, incluido el síndrome de muerte súbita, y menor frecuencia y
gravedad de morbilidad por diarreas, infecciones respiratorias y dermatitis.
También el consumo de la leche materna incrementa el coeficiente intelectual,
hay menos riesgo de diabetes, obesidad, asma y leucemia", se explica.
La disminución de la lactancia materna es una batalla que se va
perdiendo, principalmente por falta de información, incluso, señaló que hay
personas que desconocen que la leche de fórmula que le dan a los bebés es leche
de vaca, imaginan que como es una fórmula láctea especialmente diseñada para
recién nacidos será inocua", Incluso el uso de tes puede tener un grado de
toxicidad para los bebés dicho por Rodolfo Rivas Ruiz, pediatra
neonatólogo del Hospital Infantil de México Federico Gómez.
Se atribuye la preferencia de algunas madres por las fórmulas
lácteas, a la practicidad de las mismas que impiden tener que amamantar al bebé
en público, a la falta de espacios adecuados en los centros de trabajo para la
extracción de leche materna e incluso a la publicidad.
Debe felicitarse a las Senadoras y Senadores que hicieron posible que en
el Senado de la
República exista
un Centro de Lactancia. Y se debe subrayar que la influencia decisiva de la
mercadotecnia crea el malentendido de que dar leche de vaca, es decir fórmulas
lácteas, no es nocivo y es un complemento. Las madres desconocen que un
niño que consume fórmula láctea el gen de la obesidad se detona y es casi
imposible contenerlo, afirmó la
Senadora Ana Gabriela Guevara.
Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria, explicó
que las fórmulas lácteas tienen múltiples desventajas. "Hemos encontrado
algunos sucedáneos de la leche materna que tienen grandes concentraciones de
azúcar. Si bien la leche materna es una secreción que efectivamente contiene
azúcares indispensables para potenciar el crecimiento de la criatura, se trata
de azúcar humana que está especialmente diseñada para eso. Así, los sucedáneos
de la leche materna han querido copiar el patrón y han imitado las cantidades
de calorías", y por último se sostiene que la alimentación del bebé por
medio de biberón inhibe la regulación del apetito y la sensación de saciedad.
Esta información clínica se obtuvo de la página de Internet del Instituto Nacional
de Salud Pública
Poco hay que añadir a la contundencia de esta argumentación dice la
Senadora Guevara y mucho habría que hacer desde las
instituciones, los medios de comunicación, las empresas y el sector laboral,
así como la intervención decisiva de la estructura de salud del gobierno
federal; por ello exhortar a una sola dependencia resulta incompleto porque un
problema de salud pública como el colapso en los indicadores de salud sobre la
lactancia, atañe a un elenco integral. Apelo a la sensibilidad de esta Asamblea
para que considere que este fenómeno hay atacarlo con urgencia, comenzando por
emitir un exhorto a la
Secretaría de
Salud y nosotros legislar para que empresas, instituciones, escuelas, medios de
comunicación y la misma legislación genere espacios, tiempos, seguridad para
que la lactancia sea una cultura y un derecho de la infancia.
A este punto de acuerdo se adhirieron siete senadoras y por ir
relacionado con la iniciativa de Ley presentada por la
Senadora Maki Esther Ortiz
Domínguez, se adhirieron a lo presentado.
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